Entrevistamos a la directora de EL PAÍS, tras su intervención en la inauguración del 20 Congreso de Periodismo Digital de Huesca.
Soledad Gallego-Díaz ha sido la encargada de abrir la conferencia inaugural en la XX edición del Congreso de Periodismo digital en Huesca, y lo ha hecho cambiando su formato. Se ha sentado frente a otro periodista y ha respondido a las preguntas que le ha formulado su compañero. Sin eludir ninguna. Una periodista entrevistada.
De ella sabemos que estudió en la Escuela oficial de Periodismo en Madrid. Su primera oportunidad laboral la encontró en una Agencia de Noticias en la que había hecho sus prácticas con 19 años. Desde entonces no ha dejado de trabajar como periodista y nos confiesa que este oficio ha sido “su vida” y que no se imagina “siendo otra cosa que no sea ser periodista”.
¿Cómo ha cambiado su mirada a lo largo de los años? Mucho, pero mantiene la mirada puesta en su necesidad innata de contar historias. Ha ocupado puestos de dirección, pero siempre ha vuelto a la redacción, a la noticia, a contar la información. “El periodismo sedentario no existe” dice, si los periodistas nos quedamos sentados en nuestros lugares de trabajo “¿dónde queda el ir, ver y contar?”, se pregunta. Esa es la verdadera esencia del periodismo. Cada día llevamos a cabo un trabajo testimonial, y como profesional debes “ir a ver las cosas para después contarlas, de acuerdo a unas normas” nos recuerda Soledad Gallego-Díaz.
Hoy, el congreso la recibe como directora de El País, medio en el que trabaja desde 1976. Nos cuenta que en aquel momento la redacción estaba repleta de profesionales que procedían de la lucha contra la dictadura. Un medio que había nacido con “una mirada progresista basada en la defensa de las instituciones democráticas” recuerda. Eran periodistas que tenían un “compromiso político específico”. Ahora, explica, “este compromiso es diferente, más diverso” y eso también se deja sentir en el ejercicio de nuestra profesión. “Los grandes medios lo son porque tienen un gran número de periodistas capaces de realizar el trabajo de ir, ver y contar. Sin eso el periodismo deja de tener sentido, porque el periodismo sedentario, no existe”.
Soledad Gallego-Díaz es una de las pocas mujeres directoras de un medio de la envergadura de EL PAÍS. Explica que pertenece a una generación en la que ha habido “una discriminación total hacia la mujer”. Reconoce que en la redacción de EL PAÍS siempre ha habido muchas mujeres pero que también estaba muy presente el techo de cristal. “Ha sido un camino complicado” confiesa. Y, aunque “en este momento hay un gran número de mujeres en puestos de responsabilidad” queda mucho por conseguir. ¿Qué debe hacer la generación presente y a la que vendrá detrás? “Pelear, pelear” repite. Y nos deja un mensaje “las mujeres no podemos dar por sentado que las cosas van a llegar, porque no es así, debemos pelear para que lleguen. Si no defendemos lo que se ha conseguido, lo perderemos”.